Se realizó con gran éxito la estancia de una semana en la ciudad de York de los alumnos de la ESO del centro que participaron en la misma. Además de York, visitaron la ciudad de Liverpool y otros lugares de interés. A juicio de los organizadores ingleses, el comportamiento de nuestros alumnos fue ejemplar en todo momento y muy favorablemente reconocido, de lo cual nos congratulamos efusivamente. Esperamos repetir loa experiencia en cursos venideros y agradecemos a los profesores organizadores del evento su esfuerzo y dedicación.
Los extintores de agua + aditivos se han convertido en una pieza clave en la estrategia de seguridad contra incendios de los centros educativos. Estos dispositivos, diseñados para combatir fuegos de clase A (fuegos en materiales sólidos como madera, papel y textiles), han evolucionado gracias a la incorporación de aditivos que mejoran significativamente su eficacia y seguridad.
¿Por qué son tan importantes los extintores en las escuelas? La respuesta es sencilla: proteger a los más vulnerables. Niños y jóvenes pasan gran parte de su tiempo en estos espacios, por lo que garantizar su seguridad es una prioridad absoluta. Un incendio en una escuela no solo puede causar daños materiales considerables, sino también poner en riesgo la vida de estudiantes, profesores y personal no docente.
Los extintores de agua tradicionales, aunque efectivos en ciertos tipos de incendios, presentan algunas limitaciones. Por ejemplo, pueden causar daños por agua a equipos electrónicos y materiales sensibles. Además, en espacios cerrados, la liberación de grandes cantidades de agua puede generar problemas de cortocircuito y dificultar la visibilidad y la evacuación.
Aquí es donde entran en juego los aditivos. Estos compuestos especiales se añaden al agua del extintor, mejorando sus propiedades y ampliando su campo de aplicación. Algunos de los aditivos más comunes incluyen:
Agentes humectantes: Reducen la tensión superficial del agua, lo que permite una mejor penetración en el fuego y una mayor capacidad de extinción.
Espumígenos: Forman una capa de espuma que cubre el fuego, aislando los materiales combustibles del oxígeno y sofocando las llamas.
Agentes anticongelantes: Evitan que el agua se congele a bajas temperaturas, lo que es especialmente importante en regiones con climas fríos.
La incorporación de extintores de agua con aditivos o extintores de espuma en los centros educativos ofrece una serie de ventajas significativas:
Mayor eficacia: Los aditivos mejoran la capacidad de extinción del agua, permitiendo controlar el fuego más rápidamente y con menor cantidad de agente extintor.
Menor daño a las instalaciones: Al reducir la cantidad de agua utilizada, se minimizan los daños por agua a equipos electrónicos, mobiliario y materiales sensibles.
Mayor seguridad para las personas: La rápida extinción del fuego reduce el riesgo de lesiones por quemaduras, inhalación de humo y otros peligros asociados a los incendios.
Versatilidad: Los extintores de agua con aditivos pueden utilizarse en una amplia variedad de situaciones, desde pequeños incendios en aulas hasta fuegos más grandes en áreas comunes.
Es fundamental que los centros educativos cumplan con la normativa vigente en materia de seguridad contra incendios. Esto incluye la instalación de un número adecuado de casa extintor de agua, correctamente ubicados y señalizados. Además, es imprescindible realizar un mantenimiento regular de los equipos, incluyendo:
Revisiones periódicas: Se deben realizar inspecciones visuales y pruebas de funcionamiento de los extintores de forma regular, según lo establecido por las normativas locales.
Recargas: Los extintores deben recargarse y revisarse por personal cualificado después de cada uso, incluso si se ha utilizado solo una pequeña parte del contenido.
Formación: El personal del centro educativo debe recibir formación sobre el uso correcto de los extintores, así como sobre los procedimientos de evacuación y las medidas de seguridad en caso de incendio.
La seguridad contra incendios en los centros educativos no se limita a la instalación de extintores. La prevención es clave. Es fundamental fomentar una cultura de prevención entre estudiantes, profesores y personal no docente. Algunas medidas importantes incluyen:
Campañas de sensibilización: Realizar charlas y talleres sobre seguridad contra incendios, enseñando a los estudiantes cómo prevenir incendios y cómo actuar en caso de emergencia.
Simulacros de evacuación: Realizar periódicamente simulacros de evacuación para que todos los miembros de la comunidad educativa sepan cómo actuar en caso de incendio y puedan evacuar el edificio de manera rápida y segura.
Mantenimiento preventivo: Realizar un mantenimiento preventivo de las instalaciones eléctricas, de calefacción y de cocina para evitar posibles causas de incendios.
Control de materiales inflamables: Almacenar de manera segura los materiales inflamables, como papeles, líquidos inflamables y productos químicos.
Los extintores de agua + aditivos representan una solución eficaz y segura para combatir incendios en los centros educativos. Su incorporación, junto con una adecuada formación y una cultura de prevención, contribuye a crear un entorno más seguro para toda la comunidad educativa.
Es importante recordar que la seguridad contra incendios es una responsabilidad compartida. Todos debemos contribuir a crear un entorno seguro y prevenir situaciones de riesgo.
Montar un negocio en España puede parecer una tarea épica. No basta con tener una buena idea ni con saber qué vender y a quién. Hay una selva burocrática que hay que cruzar. Y dentro de esa jungla, uno de los pasos más importantes es, sin duda, obtener la licencia de apertura. Pero si tu negocio se considera de actividad inocua, estás de enhorabuena: el camino, aunque no libre de obstáculos, es mucho más llano y llevadero.
Y aquí es donde nos metemos en harina: ¿qué es una actividad inocua y cómo influye en el papeleo necesario para que puedas abrir las puertas de tu local? Si estás emprendiendo y tu actividad se encuadra en este tipo de negocios, esta guía te interesa —y mucho. Especialmente si te encuentras en Andalucía, donde solicitar tu licencia de actividad Sevilla puede ser más ágil de lo que piensas.
Una actividad inocua es aquella que no genera molestias, ni para las personas ni para el entorno. Hablamos de negocios que no emiten ruidos fuertes, olores, residuos peligrosos ni vibraciones. Tampoco afectan a la salubridad, la seguridad ni a la higiene del entorno. Por ejemplo, oficinas administrativas, tiendas de ropa, librerías o pequeños comercios sin manipulación alimentaria directa, suelen considerarse de este tipo.
La ventaja es clara: si tu negocio entra en esta categoría, podrás beneficiarte de un procedimiento mucho más ágil y económico. Sin embargo, eso no significa que estés exento de cumplir ciertas normas, ni mucho menos. Una actividad inocua requiere su propia tramitación específica, su documentación técnica y su validación por parte del Ayuntamiento. En algunos municipios andaluces, incluso se permite operar bajo la figura de la declaración responsable en Sevilla, lo que reduce notablemente los plazos de apertura.
La licencia de apertura, también llamada licencia de actividad, es un documento obligatorio emitido por el Ayuntamiento correspondiente. Acredita que el local o establecimiento en el que se va a desarrollar la actividad cumple con los requisitos urbanísticos, técnicos y medioambientales necesarios.
Para las actividades inocuas, esta licencia se puede obtener a través de una vía simplificada. A menudo se sustituye por la presentación de una declaración responsable, lo que implica que el empresario se compromete por escrito a cumplir con todos los requisitos, sin necesidad de esperar la inspección previa del Ayuntamiento para poder abrir el negocio. Eso sí, la administración puede —y lo hará— inspeccionar el local después.
Todo esto reduce tiempos y costes, dos factores críticos para cualquier emprendedor. Si además quieres conocer en detalle cuándo es obligatoria esta licencia y por qué, puedes ampliar información en esta guía detallada sobre licencias de actividad.
Los Ayuntamientos suelen clasificar las actividades económicas en dos grandes grupos:
Si no estás seguro de en qué categoría encaja tu negocio, lo ideal es contar con un técnico competente que pueda realizar una evaluación previa. En muchos casos, el límite entre una actividad inocua y una calificada puede ser delgado, y una mala clasificación puede suponer sanciones o retrasos innecesarios.
Aunque el procedimiento es más sencillo para las actividades inocuas, sigue siendo obligatorio presentar cierta documentación técnica. Esta debe ser redactada por un profesional habilitado (arquitecto, ingeniero o similar) e incluir:
Además, deberás presentar el formulario de solicitud oficial del Ayuntamiento, junto con el comprobante del pago de tasas y, si procede, el visado colegial del proyecto técnico.
Una vez presentada la documentación, si todo está correcto, podrás comenzar tu actividad de inmediato en muchos casos. No obstante, debes conservar todos los justificantes y mantener el local conforme a la normativa.
El coste final depende de varios factores: la ubicación del local, su tamaño, el tipo de actividad y el Ayuntamiento competente. Como orientación:
Recuerda que el coste de no cumplir con la normativa puede ser muy superior: desde multas hasta el cierre temporal o definitivo del negocio.
Realizar correctamente el trámite de la licencia de apertura para actividades inocuas te permite arrancar tu proyecto sin contratiempos. Por eso, contar con asesoría técnica especializada desde el primer momento es una inversión y no un gasto.
Un buen profesional no solo te redactará el proyecto técnico necesario, sino que también te orientará sobre los pasos exactos, el tipo de licencia aplicable a tu caso y cómo evitar errores comunes que pueden retrasar el proceso. Y si lo necesitas, incluso pueden presentar en tu nombre toda la documentación ante el Ayuntamiento correspondiente.
La solicitud de una licencia de apertura para una actividad inocua no tiene por qué convertirse en una odisea administrativa. Con el conocimiento adecuado, los documentos en regla y, a ser posible, el respaldo de un técnico profesional, podrás poner en marcha tu negocio de forma rápida, segura y cumpliendo con todas las normativas vigentes.